LA MOTIVACIÓN ES LA SONRISA DE TODO EL DIA

Una de las
motivaciones que a mi me pasa en particular, cuando me levanto es agradeciendo
por el día a día de tener a mi familia conmigo y hacer las cosas correctamente;
organizando mi tiempo en lo personal y laboral.
Un día nos llamaron para una reunión de la gerencia a mi equipo de área donde mi jefe indico del esfuerzo
que habíamos realizado, cumpliendo la estrategia requerida ,nos indicó que habría
un bonus e incentivos de ahora en adelante ; de lo cual sentimos una motivación
de seguir esforzándonos. Esta motivación fue extrínseca que se da cuando se trata de despertar el
interés motivacional de la persona mediante recompensas externas, como por
ejemplo dinero, ascensos, etc., tomemos
nota también de los pretextos emocionales:
1. La
culpa de mi desánimo la tiene la empresa: Mentira. Una importante cantidad de personas cambiaría su empleo hoy
mismo, si se pudiera, pero el origen de ello no es la empresa, sino haber
tomado un trabajo "que no me hace feliz, ni me llena, pero sí es el que
pude encontrar y satisface mis necesidades (económicas) primarias",
puntualiza el asesor.
2. La situación económica ‘impone': Verdad. En muchas ocasiones, el empleado que encuentra una certeza económica en su trabajo termina por olvidar satisfacer la parte
emocional que genera un empleo en el que se siente pleno. Eso sucede en 20% de
los casos, en el otro 80% las personas evitan moverse porque saben que el
cambio podría no darse rápidamente. "En la calle las cosas están
difíciles", aclara el autor.
Acción a tomar: Si vives en un sistema en el que, por un lado, sacas tu
trabajo y, por otro, te dedicas a hacer lo que realmente amas después de las
seis de la tarde, es un esquema que a largo plazo puede desgastar. ¿Por qué no
aprender a tomar el trabajo actual como algo que te gusta?
3. Para motivar hace falta dinero: Mentira. Si bien el sueldo es importante (porque muy
pocos trabajan sólo por el pleno gusto de verse ocupados), existen otros
factores que ayudan al personal a sentirse apreciado. La forma más económica de
motivar a un empleado es indicarle cómo su trabajo afecta a los intereses de otras personas. "No necesitas
gastar una fortuna, sólo hacerle saber que su labor trasciende".
4. Todos tienen un precio (en pesos)
Mentira. Si la organización tiene más capital para
invertir en planes de incentivos para a su gente, hay que ponerse
creativos. Está comprobado que después del ingreso formal la persona
valora más otro tipo de premios, dice Herrera. Recibir un pequeño obsequio,
otorgar tiempo libre, entre otras iniciativas, generan un carácter de largo
alcance para la empresa. Es decir, si como director permites que una persona se
vaya temprano porque estudia, cada que esté en clases recordará que su jefe fue
flexible con él o ella. Eso tiene una perdurabilidad que el dinero no alcanza a
cubrir.
5. Sentirse bien en la empresa es el resultado de varios
factores
Verdad. Que una persona se sienta satisfecha en el lugar
donde labora no depende de sólo una variable. Un empleado puede estar bien
pagado, pero si el ambiente laboral es hostil, desgastante y el jefe lo hostiga
continuamente, la persona optará por salir de ese lugar, tarde o temprano.
6. Dar espacios de esparcimiento soluciona problemas
Verdad (a medias). Una regla general en las compañías es
que no pueden atender necesidades superiores, si tienen insatisfechas las
primarias. Ejemplo práctico: si la firma propone tener una ludoteca o que sus
trabajadores canten todas las mañanas, pero no paga un sueldo competitivo, o no
toma en consideración la opinión de los equipos, los empleados terminan por
rechazar cualquier otra propuesta. "La respuesta en esos casos es: agarra
tu proyecto y págame mejor".
Autora: Jossely Shirley Jaramillo Vera
Autora: Jossely Shirley Jaramillo Vera
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